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  • Aunque la levadura sea poca, hace fermentar toda la masa. (Carta a los Gálatas 5, 9)

  • Por consiguiente, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos y especialmente a los de casa, que son nuestros hermanos en la fe. (Carta a los Gálatas 6, 10)

  • Así, pues, ya no son extranjeros ni huéspedes, sino ciudadanos de la ciudad de los santos; ustedes son de la casa de Dios. (Carta a los Efesios 2, 19)

  • Este misterio no se dio a conocer a los hombres en tiempos pasados, pero ahora acaba de ser revelado mediante los dones espirituales de los santos apóstoles y profetas: (Carta a los Efesios 3, 5)

  • Sé pasar privaciones y vivir en la abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo momento: a estar satisfecho o hambriento, en la abundancia o en la escasez. (Carta a los Filipenses 4, 12)

  • Envío con él a Onésimo, nuestro hermano fiel y muy querido, que es uno de ustedes. Ellos les dirán todo lo que aquí pasa. (Carta a los Colosenses 4, 9)

  • Saluden a los hermanos que están en Laodicea, sin olvidar a Ninfa y la Iglesia que se reúne en su casa. (Carta a los Colosenses 4, 15)

  • De este modo pasaron a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 7)

  • Todos hablan del éxito que tuvimos entre ustedes y de cómo se pasaron de los ídolos a Dios. Pues empezaron a servir al Dios vivo y verdadero, (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 9)

  • Al observar estas reglas serán estimados por los de fuera y no pasarán necesidad. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 12)

  • que no se dejen perturbar tan fácilmente. No se asusten por manifestaciones del Espíritu, o por rumores, o por alguna carta que pasa por nuestra, que dicen que el día del Señor es inminente. (2º Carta a los Tesalonicenses 2, 2)

  • Es necesario, pues, que el obispo sea irreprochable, casado una sola vez, casto, dueño de sí, de buenos modales, que acoja fácilmente en su casa y con capacidad para enseñar. (1º Carta a Timoteo 3, 2)


“Façamos o bem, enquanto temos tempo à nossa disposição. Assim, daremos glória ao nosso Pai celeste, santificaremos nós mesmos e daremos bom exemplo aos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina