Fundar 3232 Resultados para: Asa

  • Que sepa gobernar su propia casa y mantener a sus hijos obedientes y bien criados. (1º Carta a Timoteo 3, 4)

  • Pues si no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá guiar a la asamblea de Dios? (1º Carta a Timoteo 3, 5)

  • Los diáconos sean casados una sola vez y gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. (1º Carta a Timoteo 3, 12)

  • Pero si me demoro, para que sepas cómo debes portarte en la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios vivo, pilar y base de la verdad. (1º Carta a Timoteo 3, 15)

  • En cambio, la que quiere pasarlo bien, aunque viva, está muerta. (1º Carta a Timoteo 5, 6)

  • Quien no se preocupa de los suyos, especialmente de los de su casa, ha renegado de la fe y es peor que el que no cree. (1º Carta a Timoteo 5, 8)

  • No inscribas entre las viudas más que a quien ya pasó los sesenta años, casada una sola vez (1º Carta a Timoteo 5, 9)

  • No admitas a las viudas de menos edad, pues cuando ya se han cansado de Cristo quieren casarse (1º Carta a Timoteo 5, 11)

  • Aprenden además a no hacer nada y se acostumbran a andar de casa en casa. Como no tienen nada que hacer, hablan de más, se meten en lo que no les toca y dicen lo que no deben. (1º Carta a Timoteo 5, 13)

  • Quiero, pues, que las viudas jóvenes se vuelvan a casar, que tengan hijos y sean amas de casa, antes que dar a nuestros adversarios algún pretexto para criticar. (1º Carta a Timoteo 5, 14)

  • Doy gracias a Dios, a quien sirvo con conciencia limpia como mis antepasados, cuando constantemente te recuerdo en mis oraciones noche y día. (2º Carta a Timoteo 1, 3)

  • En una casa rica no hay sólo vajillas de oro y plata, sino también de madera y de barro. Unas son tratadas con mucho cuidado, y las otras no. (2º Carta a Timoteo 2, 20)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina