Fundar 74 Resultados para: Podía

  • Porque su vientre se mostró insaciable, nadie podía resistir a su apetito (Job 20, 20)

  • Si he alzado mi mano contra un huérfano porque pensaba que podía contar con los jueces, (Job 31, 21)

  • Alcimo comprendió que Judas y los suyos lo superaban en fuerzas y que no podía oponerse a ellos, por lo que volvió donde el rey y los acusó de graves delitos. (1 Macabeos 7, 25)

  • El rey Antíoco acampó frente a Dora, en el barrio nuevo, lanzando sin cesar contra ella sus batallones y fabricando máquinas de guerra. Mantuvo encerrado a Trifón de manera que no podía entrar ni salir. (1 Macabeos 15, 25)

  • No se podía mirar el rostro del Sumo Sacerdote sin quedar impresionado, pues su aspecto y su palidez demostraban la angustia de su alma. (2 Macabeos 3, 16)

  • Ya no se permitía celebrar el sábado u observar las costumbres de nuestros padres; no podía uno ni siquiera declarar que era judío. (2 Macabeos 6, 6)

  • Ni él mismo podía soportar su fetidez. Decía: «Es justo someterse a Dios. El mortal no debe igualarse a él.» (2 Macabeos 9, 12)

  • Pero no podía oponerse a las órdenes del rey; por eso, buscaba la ocasión para cumplirlas por medio de algún engaño. (2 Macabeos 14, 29)

  • Si la narración ha sido buena y bien dispuesta, esto es lo que he deseado; mas si ha sido mediocre o imperfecta, es porque no podía hacerlo mejor. Pues sabemos que el placer de los lectores depende del arte con que se dispone el relato y se cuentan los hechos; (2 Macabeos 15, 38)

  • Ese alimento que el fuego no podía destruir se derretía con el calor del primer rayo de sol, (Sabiduría 16, 27)

  • Ningún fuego podía alumbrarles, y el brillante resplandor de las estrellas no se atrevía a traspasar esa sombría noche. (Sabiduría 17, 5)

  • ¿Quién pasó por este examen y fue reconocido sin fallas? Puede sentirse orgulloso de eso. ¿Quién tuvo los medios para pecar y no cometió falta, quién podía hacer el mal y no lo hizo? (Sirácides (Eclesiástico) 31, 10)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina