Fundar 450 Resultados para: Sacerdotes
Como una banda de salteadores, los sacerdotes se juntan para asaltar a los que pasan por el camino de Siquem: lo que hacen es una vergüenza. (Oseas 6, 9)
Los habitantes de Samaria se lamentan por su ternero de Betavén; su pueblo hace duelo por el ternero, y los sacerdotes lloran a su glorioso ídolo; (Oseas 10, 5)
No hay fruto que ofrecer en la Casa de Yavé, de duelo están los sacerdotes al servicio de Yavé. (Joel 1, 9)
Pónganse su cinturón, sacerdotes, y laméntense. Lloren, ministros del Señor. Vengan a pasar la noche cubiertos de saco, ministros de mi Dios. Ya no se ven ofrendas ni vino en la casa de su Dios. (Joel 1, 13)
En el patio del santuario lloren los sacerdotes ministros de Yavé y digan: «¡Yavé, perdona a tu pueblo, y no lo entregues al desprecio y a la burla de las naciones! ¿Acaso permitirás que los paganos digan: Dónde está su Dios?» (Joel 2, 17)
Sus gobernantes se dejan comprar para dar una sentencia; sus sacerdotes cobran por una decisión; sus profetas sólo vaticinan si se les paga. Y todos se sienten tan seguros de Yavé que dicen: Si el Señor está con nosotros, ¿qué desgracia nos puede pasar? (Miqueas 3, 11)
Levantaré mi mano para castigar a Judá y a todos los habitantes de Jerusalén; sacaré todo lo que queda de Baal y hasta el nombre de sus sacerdotes. (Sofonías 1, 4)
Sus profetas son unos charlatanes dispuestos para cualquier mentira; sus sacerdotes profanan las cosas santas y no respetan la Ley. (Sofonías 3, 4)
para que, en su nombre, les pidiera a los sacerdotes la solución del siguiente caso, de acuerdo a la ley. (Ageo 2, 11)
Ageo prosiguió: «Si uno, en cambio, queda impuro por haber tocado un cadáver y roza luego algunas de estas cosas, ¿quedarán todas impuras?» Los sacerdotes dijeron esta vez: «Sí.» (Ageo 2, 13)
e hicieran a los sacerdotes de su Templo y a los profetas esta consulta: «¿Debemos continuar con ayunos y penitencias en el mes de julio, como hasta ahora lo hemos hecho?» (Zacarías 7, 3)
«Esto es lo que dirás a todos residentes del país y a los sacerdotes: Cuando ustedes han ayunado y llorado en julio y en septiembre, durante setenta años, ¿lo han hecho realmente por mí? (Zacarías 7, 5)