Fundar 329 Resultados para: Tribu de Simeón

  • Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Mira, este niño traerá a la gente de Israel ya sea caída o resurrección. Será una señal impugnada en cuanto se manifieste, (Evangelio según San Lucas 2, 34)

  • Había también una profetisa muy anciana, llamada Ana, hija de Fanuel de la tribu de Aser. No había conocido a otro hombre que a su primer marido, muerto después de siete años de matrimonio. (Evangelio según San Lucas 2, 36)

  • hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim, (Evangelio según San Lucas 3, 30)

  • En Antioquía, en la Iglesia que estaba allí, había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, llamado el Negro, Lucio de Cirene, Manahem, que se había criado con Herodes, y Saulo. (Hecho de los Apóstoles 13, 1)

  • Entonces pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, que reinó cuarenta años. (Hecho de los Apóstoles 13, 21)

  • Simeón acaba de recordar cómo Dios, desde el primer momento, intervino para formarse con gentes paganas un pueblo a su nombre. (Hecho de los Apóstoles 15, 14)

  • Entonces debo preguntar: ¿Es posible que Dios haya rechazado a su pueblo? ¡Por supuesto que no! Yo también soy israelita, descendiente de Abrahán y de la tribu de Benjamín. (Carta a los Romanos 11, 1)

  • Nací de la raza de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo e hijo de hebreos, y fui circuncidado a los ocho días. ¿Observaba yo la Ley? Por supuesto, pues era fariseo, (Carta a los Filipenses 3, 5)

  • Solamente los sacerdotes de la tribu de Leví están facultados por la Ley para cobrar el diezmo de manos del pueblo, es decir, de sus hermanos de la misma raza de Abrahán. (Carta a los Hebreos 7, 5)

  • Jesús, al que se refiere todo esto, pertenecía a una tribu de la que nadie sirvió jamás al altar. (Carta a los Hebreos 7, 13)

  • Pues es notorio que nuestro Señor salió de la tribu de Judá, de la que Moisés no habló cuando trató de los sacerdotes. (Carta a los Hebreos 7, 14)

  • Carta de Simeón Pedro, servidor y apóstol de Cristo Jesús, a todos aquellos que tuvieron la suerte, como la tuvimos nosotros, de recibir una fe tan preciosa y de ser renovados por nuestro Dios y Salvador Jesucristo. (2º Carta de Pedro 1, 1)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina