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¡El encanto es engañoso, la belleza pasa pronto, lo admirable en una dama es la sabiduría! (Proverbios 31, 30)
Una buena reputación vale más que un buen perfume: el día de la muerte pasa pues antes que el del nacimiento. (Eclesiastés (Qohelet) 7, 1)
Todo eso lo vi mientras reflexionaba sobre todo lo que pasa bajo el sol, durante el tiempo en que los hombres tienen poder para hacerse el mal unos a otros. (Eclesiastés (Qohelet) 8, 9)
Esto es desconcertante en esta tierra: hay justos a los que les pasa todo lo que les tocaría a los malos por todo lo que han hecho, y hay malos a los que les pasa lo que les correspondería a los justos: esto tampoco tiene sentido. (Eclesiastés (Qohelet) 8, 14)
Con el tiempo se olvidarán de nuestro nombre, nadie más pensará en lo que hicimos; nuestra vida pasa como la sombra de una nube, se desvanece como niebla a los rayos del sol. (Sabiduría 2, 4)
Es una, pero lo puede todo; sin salir de sí misma, lo renueva todo. De generación en generación pasa a las almas santas de las cuales hace amigos de Dios y profetas. (Sabiduría 7, 27)
¿Puede el lobo caminar con el cordero? Lo mismo pasa con el pecador y el hombre de bien. (Sirácides (Eclesiástico) 13, 17)
Las cosas finitas pasan y con ellas pasa el que las hizo. (Sirácides (Eclesiástico) 14, 19)
De la mañana a la noche ha transcurrido el tiempo: todo pasa rápido delante del Señor. (Sirácides (Eclesiástico) 18, 26)
Hay dos cosas por las que me aflijo y una tercera que me causa ira: un guerrero reducido a la miseria, personas criteriosas que son despreciadas, el que pasa de una vida correcta al pecado; el Señor lo destina a morir por la espada. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 28)
lo mismo pasa con la ofrenda a un ídolo: ¿para qué, si ni come ni siente? Eso le pasa a un hombre perseguido por el Señor: (Sirácides (Eclesiástico) 30, 19)
Si uno se baña después de haber tocado a un muerto, y lo toca de nuevo, ¿de qué le sirve la purificación? Es lo que pasa con el que ayuna por sus pecados y luego vuelve a cometerlos: ¿quién escuchará su oración? ¿De qué le sirvió su penitencia? (Sirácides (Eclesiástico) 34, 25)