Fundar 103 Resultados para: tierras altas

  • Y él respondió: «Soy yo, para servirte.» David le dijo: «No temas, porque quiero tratarte con be nevolencia, por amor a tu padre Jonatán. Te de volveré todas las tierras de Saúl, tu padre, y to dos los días comerás a mi mesa.» (2 Samuel 9, 7)

  • Tú, con tus hijos y tus esclavos, cultivarás las tierras para él, y lo que coseches asegurará el susten to de la familia de tu amo. En cuanto a Mipi baal, el hijo de tu amo, comerá todos los días a mi mesa.» Sibá tenía quince hijos y veinte es clavos, (2 Samuel 9, 10)

  • El rey le respondió: «¿Para qué tantas palabras? He decidido que tú y Sibá se repartan las tierras.» (2 Samuel 19, 30)

  • Dijo el rey al sacerdote Abiatar: «Vete a Anatot, a tus tierras, porque mereces la muerte, pero no quiero hacerte morir hoy, porque llevaste el Arca de Yavé delante de mi padre y lo acompañaste en todos los trabajos y aflicciones que pasó.» (1 Reyes 2, 26)

  • Partiendo de Madián llegaron a Parán, donde se les juntaron algunos hombres, y llegaron a Egipto, donde Faraón les dio casa, víveres y tierras. (1 Reyes 11, 18)

  • Luego devastaron sus ciudades y cada uno echó piedras en las tierras fértiles, hasta cubrirlas. Taparon los manantiales y talaron los árboles frutales. A los habitantes de Quir Aroset no les dejaron más que sus piedras. Pero los honderos la rodearon y comenzaron a castigarla. (2 Reyes 3, 25)

  • Yo he cavado pozos, he bebido en tierras extranjeras y secaré bajo la planta de mis pies todos los canales de Egipto.» (2 Reyes 19, 24)

  • Entonces el rey ordenó al sumo sacerdote Helquías, así como a los sacerdotes de menor grado y a todos los porteros, que sacaran todos los objetos que se habían hecho para Baal, para Asera y para todos los astros del cielo. Los hizo quemar fuera de Jerusalén, en las tierras baldías del Cedrón, y arrojó sus cenizas a la sepultura común del pueblo. (2 Reyes 23, 4)

  • Ezrí, hijo de Jelub, era el encargado de los labradores del campo que cultivaban las tierras; (1 Crónicas 27, 26)

  • Entonces David dio a su hijo Salomón el diseño del vestíbulo y de los demás edificios, de los almacenes, de las salas altas, de las salas interiores y de la pieza donde estaría el lugar del Perdón; (1 Crónicas 28, 11)

  • Los clavos de oro pesaban cincuenta siclos. Cubrió también de oro las salas altas. (2 Crónicas 3, 9)

  • El día veintitrés del mes séptimo, Salomón mandó al pueblo a sus tierras alegre y contento por el bien que Yavé había hecho a David, a Salomón y a su pueblo Israel. (2 Crónicas 7, 10)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina