Fundar 444 Resultados para: Arca de la Alianza

  • Y cuando escuché los gemidos de los israelitas, esclavizados por los egipcios, me acordé de mi alianza. (Exodo 6, 5)

  • Aarón puso en el recipiente la cantidad de maná que el Señor había ordenado a Moisés, y lo depositó delante del Arca del Testimonio, a fin de que se conservara. (Exodo 16, 34)

  • Ahora, si escuchan mi voz y observan mi alianza, serán mi propiedad exclusiva entre todos los pueblos, porque toda la tierra me pertenece. (Exodo 19, 5)

  • Luego tomó el documento de la alianza y lo leyó delante del pueblo, el cual exclamó: "Estamos resueltos a poner en práctica y a obedecer todo lo que el Señor ha dicho". (Exodo 24, 7)

  • Entonces Moisés tomó la sangre y roció con ella al pueblo, diciendo: "Esta es la sangre de la alianza que ahora el Señor hace con ustedes, según lo establecido en estas cláusulas". (Exodo 24, 8)

  • Tú harás un arca de madera de acacia, que deberá tener ciento veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho y setenta y cinco de alto. (Exodo 25, 10)

  • y las harás pasar por las argollas que están a los costados del arca, para poder transportarla. (Exodo 25, 14)

  • En el arca pondrás las tablas del Testimonio que yo te daré. (Exodo 25, 16)

  • Después colocarás la tapa sobre la parte superior del arca, y en ella pondrás las tablas del Testimonio que yo te daré. (Exodo 25, 21)

  • Pondrás el velo debajo de los ganchos, y detrás de él colocarás el Arca del Testimonio. Así el velo marcará la división entre el Santo y el Santo de los Santos. (Exodo 26, 33)

  • También colocarás la tapa sobre el Arca del Testimonio, en el Santo de los Santos. (Exodo 26, 34)

  • Aarón y sus hijos lo deberán preparar en la Carpa del Encuentro, fuera del velo que está delante del Arca del Testimonio, para que arda en la presencia del Señor, desde la tarde hasta la mañana. Este es un decreto irrevocable para todas las generaciones de israelitas. (Exodo 27, 21)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina