Fundar 444 Resultados para: Arca de la Alianza

  • Después pondrás el altar delante del velo que oculta el Arca del Testimonio, frente a la tapa que está sobre el arca, allí donde yo me encontraré contigo. (Exodo 30, 6)

  • Con él deberás ungir la Carpa del Encuentro, el Arca del Testimonio, (Exodo 30, 26)

  • Reduce a polvo una parte de él y colócala delante del Arca del Testimonio, en la Carpa del Encuentro, o sea, en el lugar donde yo me encontraré contigo. Esto será para ustedes una cosa santísima, (Exodo 30, 36)

  • la Carpa del Encuentro, el Arca del Testimonio, la tapa que la cubre y todo el mobiliario del Santuario; (Exodo 31, 7)

  • Los israelitas observarán el sábado, celebrándolo a través de las generaciones como signo de alianza eterna. (Exodo 31, 16)

  • El Señor le respondió: Yo voy a establecer una alianza. A la vista de todo el pueblo, realizaré maravillas como nunca se han hecho en ningún país ni en ninguna nación. El pueblo que está contigo verá la obra del Señor, porque yo haré cosas tremendas por medio de ti. (Exodo 34, 10)

  • Después el Señor dijo a Moisés: "Consigna por escrito estas palabras, porque ellas son las cláusulas de la alianza que yo hago contigo y con Israel". (Exodo 34, 27)

  • Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Y escribió sobre las tablas las palabras de la alianza, es decir, los diez Mandamientos. (Exodo 34, 28)

  • el arca con sus andas, la tapa y el velo que los protege; (Exodo 35, 12)

  • Besalel hizo el arca de madera de acacia, de ciento veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho y setenta y cinco de alto. (Exodo 37, 1)

  • y las pasó por las argollas que estaban a los costados del arca, para poder transportarla. (Exodo 37, 5)

  • el Arca del Testimonio con sus andas y la tapa; (Exodo 39, 35)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina