Fundar 264 Resultados para: guerra

  • elimina la guerra hasta los extremos del mundo; rompe el arco, quiebra la lanza y prende fuego a los escudos. (Salmos 46, 10)

  • Su boca es más blanda que la manteca, pero su corazón desea la guerra; sus palabras son más suaves que el aceite, pero hieren como espadas. (Salmos 55, 22)

  • Los carros de guerra de Dios son dos miríadas de escuadrones relucientes: ¡el Señor está en medio de ellos, el Sinaí está en el Santuario! (Salmos 68, 18)

  • Allí quebró las flechas fulgurantes del arco, el escudo, la espada y las armas de guerra. Pausa (Salmos 76, 4)

  • Por tu amenaza, Dios de Jacob, quedaron inmóviles los carros de guerra y los caballos. (Salmos 76, 7)

  • Cuando yo hablo de paz, ellos declaran la guerra. (Salmos 120, 7)

  • Judas Macabeo ha sido valiente desde su juventud: que él sea el jefe del ejército y dirija la guerra contra los extranjeros. (I Macabeos 2, 66)

  • Él extendió la gloria de su pueblo y se revistió de la coraza como un héroe; se ciñó sus armas de guerra y libró batallas, protegiendo al ejército con su espada. (I Macabeos 3, 3)

  • Apolonio reunió muchos paganos y un numeroso contingente de Samaría para hacer la guerra contra Israel. (I Macabeos 3, 10)

  • Ellos veían, en cambio, que el campamento de los paganos era poderoso y estaba bien fortificado, rodeado de la caballería y con hombres adiestrados para la guerra. (I Macabeos 4, 7)

  • Judas hizo la guerra contra los descendientes de Esaú que habitaban en Idumea, en la región de Acrabatena, porque tenían asediados a los israelitas. Les infligió una gran derrota, sometiéndolos y apoderándose de sus despojos. (I Macabeos 5, 3)

  • Judas salió con sus hermanos para hacer la guerra a los descendientes de Esaú, en la región meridional. Se apoderó de Hebrón y de sus poblados, destruyó sus fortificaciones e incendió las torres de su alrededor. (I Macabeos 5, 65)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina