Fundar 24 Resultados para: guerras

  • El resto de las acciones de Judas, de sus guerras, de las proezas que realizó y de sus títulos de gloria no ha sido escrito, porque fueron innumerables. (I Macabeos 9, 22)

  • El rey Alejandro se enteró de los ofrecimientos que Demetrio había hecho a Jonatán. También le contaron las guerras y las proezas que él y sus hermanos habían realizado y las contrariedades que habían soportado. (I Macabeos 10, 15)

  • Nosotros, en cambio, nos hemos visto envueltos en muchas tribulaciones y guerras, y hemos sido atacados por los reyes vecinos. (I Macabeos 12, 13)

  • Pero no hemos querido molestarlos, ni a ustedes ni a nuestros otros aliados y amigos, con motivo de estas guerras, (I Macabeos 12, 14)

  • y los exhortó, diciéndoles: "Ustedes saben muy bien todo lo que yo, mis hermanos y la familia de mi padre hemos hecho por las leyes y el Santuario, y las guerras y tribulaciones que hemos soportado. (I Macabeos 13, 3)

  • El resto de las acciones de Juan, sus guerras y las hazañas que llevó a cabo, las murallas que construyó, sus hechos y sus gestas, (I Macabeos 16, 23)

  • Del mismo modo, Judas reunió todos los escritos dispersos a causa de las guerras que hemos padecido, los cuales están ahora en poder nuestro. (II Macabeos 2, 14)

  • así como las guerras contra Antíoco Epífanes y su hijo Eupátor, (II Macabeos 2, 20)

  • Ahora vamos a exponer los hechos concernientes a Antíoco Eupátor, hijo de aquel impío, relatando sucintamente los males que acompañan a las guerras. (II Macabeos 10, 10)

  • Ustedes oirán hablar de guerras y de rumores de guerras; no se alarmen: todo esto debe suceder, pero todavía no será el fin. (Mateo 24, 6)

  • No se alarmen cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerras: es necesario que esto ocurra, pero todavía no será el fin. (Marcos 13, 7)

  • Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin». (Lucas 21, 9)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina