Fundar 171 Resultados para: juicio final

  • vestirá como coraza la justicia, ceñirá como casco un juicio inapelable; (Sabiduría 5, 18)

  • él caerá sobre ustedes en forma terrible y repentina, ya que un juicio inexorable espera a los que están arriba. (Sabiduría 6, 5)

  • Al que antes habían hecho exponer al peligro, y luego rechazaron con desprecio, lo admiraron al final de los acontecimientos, admiraron al que antes habían abandonado en las aguas después de sufrir una sed muy diferente a la de los justos. (Sabiduría 11, 14)

  • porque se habían extraviado demasiado lejos, por los caminos del error, tomando por dioses a los animales más viles y despreciables y dejándose engañar como niños sin juicio. (Sabiduría 12, 24)

  • Pero aquellos que no se enmendaron con esa corrección irrisoria soportarán un juicio digno de Dios. (Sabiduría 12, 26)

  • Unas veces, las llamas se apaciguaban para no abrasar a los animales enviados contra los impíos, y para que, al verlas, estos se sintieran perseguidos por un juicio de Dios. (Sabiduría 16, 18)

  • Únete al Señor y no te separes, para que al final de tus días seas enaltecido. (Eclesiástico 2, 3)

  • No proclames feliz a nadie antes que llegue su fin, porque sólo al final se conoce bien a un hombre. (Eclesiástico 11, 28)

  • Te comprometerá con sus festejos hasta despojarte dos y tres veces, y al final se burlará de ti; después, cuando te vea, pasará de largo y meneará la cabeza delante de ti. (Eclesiástico 13, 7)

  • Buena es la riqueza, si está libre de pecado, y mala es la pobreza a juicio del impío. (Eclesiástico 13, 24)

  • Razonar con un necio es razonar con un somnoliento: al final dirá: "¿De qué se trata?". (Eclesiástico 22, 10)

  • Pero hay tres clases de gente que aborrezco y que me irritan por su manera de vivir: un pobre soberbio, un rico mentiroso y un viejo adúltero que ha perdido el juicio. (Eclesiástico 25, 2)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina