Fundar 131 Resultados para: Cambio

  • Pero tropezaron contra un lugar con mar por ambos lados, y encallaron allí la nave; la proa clavada, quedó inmóvil; en cambio la popa, sacudida violentamente, se iba deshaciendo. (Hechos 27, 41)

  • Unos creían por sus palabras y otros en cambio permanecían incrédulos. (Hechos 28, 24)

  • en cambio, gloria, honor y paz a todo el que obre el bien; al judío primeramente y también al griego; (Romanos 2, 10)

  • en cambio, al que, sin trabajar, cree en aquel que justifica al impío, su fe se le reputa como justicia. (Romanos 4, 5)

  • En cambio, el hombre de espíritu lo juzga todo; y a él nadie puede juzgarle. (I Corintios 2, 15)

  • Respecto a lo inmolado a los ídolos, es cosa sabida, pues todos tenemos ciencia. Pero la ciencia hincha, el amor en cambio edifica. (I Corintios 8, 1)

  • Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible. (I Corintios 9, 25)

  • Así pues, las lenguas sirven de señal no para los creyentes, sino para los infieles; en cambio la profecía, no para los infieles, sino para los creyentes. (I Corintios 14, 22)

  • Nosotros, en cambio, no nos gloriaremos desmesuradamente; antes bien, nos mediremos a nosotros mismos por la norma que Dios mismo nos ha asignado como medida al hacernos llegar también hasta vosotros. (II Corintios 10, 13)

  • En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, (Gálatas 5, 22)

  • Nosotros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios por vosotros, hermanos, amados del Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. (II Tesalonicenses 2, 13)

  • Rechaza, en cambio, las fábulas profanas y los cuentos de viejas. Ejercítate en la piedad. (I Timoteo 4, 7)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina