Fundar 81 Resultados para: treinta

  • Adiná, hijo de Sizá, el rubenita, jefe de los rubenitas, y con él treinta; (I Crónicas 11, 42)

  • Yismaías, de Gabaón, valeroso entre los Treinta y jefe de los mismos; (I Crónicas 12, 4)

  • Entonces el espíritu revistió a Amasay, jefe de los Treinta: «¡A ti, David! ¡Contigo, hijo de Jesé! ¡Paz, paz a ti! ¡Y paz a los que te ayuden, pues tu Dios te ayuda a ti!» David los recibió y los puso entre los jefes de las tropas. (I Crónicas 12, 19)

  • y se hizo el censo de los levitas de treinta años para arriba; su número, contado por cabezas uno a uno, fue de 38.000 varones. (I Crónicas 23, 3)

  • Este Benaías era uno de los Treinta valientes y hallábase al frente de ellos; en su sección estaba su hijo Ammizabad. (I Crónicas 27, 6)

  • Hizo el Mar de metal fundido, de diez codos de borde a borde. Era enteramente redondo y de cinco codos de alto. Un cordón de treinta codos medía su contorno. (II Crónicas 4, 2)

  • dejando aparte a los hombres de treinta años para arriba, inscritos en las genealogías, a todos los que entraban en la Casa de Yahveh, según la tarea de cada día, para cumplir los servicios de su ministerio, conforme a sus clases. (II Crónicas 31, 16)

  • Todo el pueblo estuvo recogiendo botín del campamento durante treinta días; dieron a Judit la tienda de Holofernes, con toda su vajilla de plata, sus divanes, sus vasijas y todo su mobiliario. Ella lo tomó y lo cargó sobre su mula, preparó sus carros y los amontonó todo encima. (Judit 15, 11)

  • «Todos los servidores del rey y todos los habitantes de las provincias del rey saben que todo hombre o mujer que se presente al rey, en el patio interior, sin haber sido llamado, es condenado a muerte por el edicto, salvo aquel sobre quien el rey extienda su cetro de oro; y hace ya treinta días que yo no he sido llamada a presencia del rey.» (Ester 4, 11)

  • A los que vuelvan antes del treinta del mes de Xántico se les ofrece la mano y libertad (II Macabeos 11, 30)

  • ¿No he escrito para ti treinta capítulos de consejos y ciencia, (Proverbios 22, 20)

  • Fue, pues, en el año treinta y ocho del rey Evergetes (Eclesiástico 0, 27)


“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina