Fundar 1776 Resultados para: vida después de la muerte

  • Vivió Quenán, después de engendrar a Mahalalel, 840 años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 13)

  • Vivió Mahalalel, después de engendrar a Yéred, 830 años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 16)

  • Vivió Yéred, después de engendrar a Henoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 19)

  • Henoc anduvo con Dios; vivió, después de engendrar a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 22)

  • Vivió Matusalén, después de engendrar a Lámek, 782 años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 26)

  • Vivió Lámek, después de engendrar a Noé, 595 años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 30)

  • Los nefilim existían en la tierra por aquel entonces (y también después), cuando los hijos de Dios se unían a las hijas de los hombres y ellas les daban hijos: estos fueron los héroes de la antigüedad, hombres famosos. (Génesis 6, 4)

  • «Por mi parte, voy a traer el diluvio, las aguas sobre la tierra, para exterminar toda carne que tiene hálito de vida bajo el cielo: todo cuanto existe en la tierra perecerá. (Génesis 6, 17)

  • El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, el día diecisiete del mes, en ese día saltaron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo se abrieron, (Génesis 7, 11)

  • entraron con Noé en el arca sendas parejas de toda carne en que hay aliento de vida, (Génesis 7, 15)

  • Después soltó a la paloma, para ver si habían menguado ya las aguas de la superficie terrestre. (Génesis 8, 8)

  • El año 601 de la vida de Noé, el día primero del primer mes, se secaron las aguas de encima de la tierra. Noé retiró la cubierta del arca, miró y he aquí que estaba seca la superficie del suelo. (Génesis 8, 13)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina