Fundar 164 Resultados para: Efraín

  • Tal era la heredad de los hijos de José: Manasés y Efraín. (Josué 16, 4)

  • Éstos son los límites de Efraín, por clanes: al oriente, Atarot Adar hasta Bejorón de Arriba, (Josué 16, 5)

  • Desde Tapúaj, la frontera iba hacia occidente, por el arroyo de Caná, y terminaba en el mar. Tal era la heredad de la tribu de Efraín, por clanes, (Josué 16, 8)

  • aparte de las ciudades reservadas a Efraín en la heredad de Manasés; todas las ciudades y sus aldeas. (Josué 16, 9)

  • Pero no pudieron echar de Guézer a los cananeos que vivían allí, y los cananeos viven todavía allí junto con Efraín, pero sometidos a tributo. (Josué 16, 10)

  • El territorio de Tapúaj pertenecía a Manasés, pero Tapúaj, en la frontera de Manasés, pertenecía a Efraín. (Josué 17, 8)

  • El territorio del sur pertenecía a Efraín, y el del norte a Manasés; el mar era su frontera; por el norte confinaban con Aser, y por el este con Isacar. (Josué 17, 10)

  • Josué les respondió: "Si sois un pueblo tan numeroso, subid a la selva y roturad allí a vuestro gusto en la tierra de los fereceos y los refaimitas, ya que la montaña de Efraín es demasiado pequeña para vosotros". (Josué 17, 15)

  • Josué respondió a los hijos de José, a Efraín y Manasés: "Vosotros sois un pueblo numeroso y vuestra fuerza es grande; no tendréis una sola parte, (Josué 17, 17)

  • Tal como el Señor lo había ordenado, le dieron la ciudad que él mismo había pedido, Timná-Séraj, en la montaña de Efraín; reconstruyó la ciudad y vivió en ella. (Josué 19, 50)

  • Designaron las siguientes: Cades, en Galilea, en la montaña de Neftalí; Siquén, en la montaña de Efraín; Quiriat Arbá, es decir, Hebrón, en la montaña de Judá. (Josué 20, 7)

  • a los otros hijos de Quehat, por clanes, les tocaron diez ciudades de las tribus de Efraín, de Dan y de la media tribu de Manasés. (Josué 21, 5)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina