Fundar 137 Resultados para: Palacio

  • Ajisar era mayordomo del palacio, y Adonirán, hijo de Abdá, el prefecto de las prestaciones personales. (I Reyes 4, 6)

  • Salomón tenía por todo Israel doce intendentes, que abastecían al rey y su palacio cada uno durante un mes al año. (I Reyes 4, 7)

  • Salomón construyó su palacio; tardó trece años en terminarlo. (I Reyes 7, 1)

  • Construyó el palacio, "Bosque del Líbano", de cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto, sostenido sobre cuatro hileras de columnas de cedro, en las que se apoyaban vigas de cedro; (I Reyes 7, 2)

  • El atrio grande tenía en derredor tres órdenes de piedras, talladas a escuadra, y uno de vigas de cedro; y lo mismo el atrio interno del templo del Señor y el atrio del palacio. (I Reyes 7, 12)

  • Cuando acabó Salomón de construir el templo del Señor, el palacio real y todo cuanto se había propuesto hacer, (I Reyes 9, 1)

  • Salomón construyó los dos edificios, el templo del Señor y el palacio real, en veinte años. (I Reyes 9, 10)

  • La leva de prestación personal que el rey Salomón impuso para construir el templo del Señor, su palacio, el terraplén y la muralla de Jerusalén, Jasor, Meguido y Guézer, fue así: (I Reyes 9, 15)

  • Cuando la hija del Faraón se trasladó de la ciudad de David al palacio que le había edificado, Salomón construyó el terraplén. (I Reyes 9, 24)

  • Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón y el palacio que había construido, (I Reyes 10, 4)

  • Con las maderas, el rey hizo balaustradas para el templo del Señor y para el palacio real, y cítaras y arpas para los cantores. Madera de sándalo como aquélla no se ha traído ni se ha vuelto a ver hasta nuestros días. (I Reyes 10, 12)

  • Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y toda la vajilla del palacio "Bosque del Líbano", de oro fino. No había nada de plata, pues la plata no se estimaba en tiempo del rey Salomón. (I Reyes 10, 21)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina