Fundar 210 Resultados para: orden

  • El Señor ha lanzado una orden contra Jacob y va a caer sobre Israel. (Isaías 9, 7)

  • Cuando dice: Orden sobre orden, regla sobre regla, ora por aquí, ora por allá. (Isaías 28, 10)

  • Por eso el Señor les habla así: Orden sobre orden, regla sobre regla, ora por aquí, ora por allá; para que cuando anden, se caigan de espaldas, se fracturen huesos, y queden atrapados en el lazo y presos. (Isaías 28, 13)

  • Ellos guardaron silencio y no le respondieron nada, porque ésta era la orden del rey: "No le contestéis". (Isaías 36, 21)

  • Por entonces cayó mortalmente enfermo Ezequías. El profeta Isaías, hijo de Amós, vino a decirle: "Esto dice el Señor: Pon en orden las cosas de tu casa, porque vas a morir y no sanarás". (Isaías 38, 1)

  • Alzad los ojos a lo alto y mirad: ¿Quién ha creado todos estos astros, sino el que despliega en orden sus mesnadas y llama a cada uno por su nombre? Tanta es su fuerza, tan grande su poder que ninguno falta a su llamada. (Isaías 40, 26)

  • Vuestras injusticias han trastornado este orden, vuestros pecados os han privado de estos bienes. (Jeremías 5, 25)

  • Yo no dije nada ni di orden alguna a vuestros padres, el día en que los saqué del país de Egipto, referente a sacrificios y holocaustos. (Jeremías 7, 22)

  • Ésta es la orden que les di: "Escuchad mi voz, y yo seré entonces vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo; seguid cabalmente el camino que os he prescrito para vuestra felicidad". (Jeremías 7, 23)

  • Si observáis de verdad esta orden, entonces por las puertas de esta casa entrarán reyes, herederos del trono de David, montados en carrozas y caballos, así ellos como sus servidores y su pueblo. (Jeremías 22, 4)

  • En efecto, conforme a la palabra del Señor, Janamel, mi primo, vino a verme, al patio de la prisión, y me dijo: "Compra el campo que tengo en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de propiedad y el de rescate para adquirirlo". Comprendí que era una orden del Señor, (Jeremías 32, 8)

  • Yo daré orden -dice el Señor- de que vuelvan sobre esta ciudad; que la ataquen, la tomen y la prendan fuego; y a todas las ciudades de Judá las dejaré hechas un desierto despoblado". (Jeremías 34, 22)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina