Fundar 190 Resultados para: paso del Mar Rojo

  • El pueblo, loco de contento, pasó aquel día con gran regocijo. (I Macabeos 7, 48)

  • Les salió al paso, dejando en Judea a su hermano Simón. (I Macabeos 11, 64)

  • Después Trifón avanzó hacia Judea con el fin de devastarla; pero dio un rodeo por Adora, porque Simón con su ejército le cerraba el paso. (I Macabeos 13, 20)

  • Así pues, pasó aviso a las ciudades del litoral para que vinieran a comprar esclavos judíos, prometiendo dar noventa esclavos por treinta y cuatro kilos de plata, no cayendo en la cuenta que la justicia de Dios omnipotente caería sobre él. (II Macabeos 8, 11)

  • Cuando pasó el sábado, distribuyeron el botín entre los damnificados, las viudas y los huérfanos, y lo demás se lo repartieron entre ellos y los suyos. (II Macabeos 8, 28)

  • De esta forma pasó de esta vida aquel homicida y blasfemo, sufriendo tormentos atroces. Murió entre montes y en tierra extraña, con una muerte miserable. (II Macabeos 9, 28)

  • marchó contra los asesinos de sus hermanos. Prendió fuego al puerto por la noche, abrasó las naves y pasó a cuchillo a cuantos se habían refugiado en ellas. (II Macabeos 12, 6)

  • No había muerto todavía y, encendido en valor, se levantó a pesar de la sangre que perdía por todas partes, pasó corriendo a través de los soldados, (II Macabeos 14, 45)

  • De pronto, una mujer le sale al paso con aire de prostituta, cubierta con un velo. (Proverbios 7, 10)

  • Lo que es, ya fue; lo que será, es ya, y Dios vuelve a traer lo que pasó. (Eclesiastés 3, 15)

  • Además, pasó todos sus días en la oscuridad, afligido, deprimido e irritado. (Eclesiastés 5, 16)

  • Pues nuestra vida es el paso de una sombra, nuestro fin es sin retorno; porque se pone el sello y nadie vuelve. (Sabiduría 2, 5)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina