20. Manasés se fue a descansar con sus padres, y lo sepultaron en su casa. Su hijo Amón reinó en lugar de él.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina