6. Todo esto, además del holocausto mensual y de su oblación, del holocausto perpetuo y de su oblación, y de las libaciones prescritas, como aroma agradable, como ofrenda que se quema para el Señor.





“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina