32. Quedará impuro cualquier objeto sobre el que caiga uno de sus cadáveres; ya sea un instrumento de madera, o un vestido, una piel, un saco o cualquier utensilio. Será metido en agua y quedará impuro.





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina