1. El rey de Arad, cananeo, que habitaba en el Negueb, al enterarse de que Israel venía por el camino de Atarín, lo atacó e hizo algunos prisioneros.





“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina