Salmos, 30
4. Señor, tú me libraste de la muerte, me sacaste de los que bajan a la tumba.
4. Señor, tú me libraste de la muerte, me sacaste de los que bajan a la tumba.
“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina