Salmos, 59
17. Yo, en cambio, cantaré tu poder, aclamaré tu amor por la mañana, pues tú has sido para mí una fortaleza, un refugio en el día de mi angustia.
17. Yo, en cambio, cantaré tu poder, aclamaré tu amor por la mañana, pues tú has sido para mí una fortaleza, un refugio en el día de mi angustia.
“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina