Löydetty 106 Tulokset: órdenes

  • Le entregó la mitad de sus tropas con los elefantes, y le dio órdenes referentes a cuanto había resuelto. En lo que tocaba a los habitantes de Judea y Jerusalén, (1 Macabeos 3, 34)

  • Entonces Judas dio órdenes a su ejército para que cada uno tomara posición en el puesto que le correspondía. (1 Macabeos 5, 49)

  • Dieron, pues, órdenes a su ejército de marchar sobre Jamnia. (1 Macabeos 5, 58)

  • Nosotros tomamos el partido de tu padre, obedecimos sus órdenes y observamos sus leyes. (1 Macabeos 6, 23)

  • Alcimo empezó la demolición, pero entonces tuvo un ataque y los trabajos quedaron suspendidos. Alcimo había perdido el uso de la palabra y ya no pudo decir nada, ni siquiera para dar órdenes acerca de su casa. (1 Macabeos 9, 55)

  • Más aún, dio órdenes para que Jonatán se pusiera ropas de rojo púrpura, como se hizo. El rey lo hizo sentar junto a él (1 Macabeos 10, 62)

  • Dirige nuestra guerra y obedeceremos tus órdenes.» (1 Macabeos 13, 9)

  • No estaría permitido a ninguno del pueblo o de los sacerdotes actuar en contra de estas disposiciones ni contradecir sus órdenes, o hacer reunión pública sin su consentimiento, ni vestir púrpura o llevar el prendedor de oro. (1 Macabeos 14, 44)

  • dejando allí tropas y jinetes para hacer salidas y patrullar por los caminos, conforme a las órdenes del rey. (1 Macabeos 15, 41)

  • Se dice también en estos escritos del pasado que el profeta Jeremías, obedeciendo a órdenes del Cielo, se hizo acompañar por el Arca de la Alianza con su toldo y fue al cerro donde Moisés había subido y desde el cual había contemplado la tierra prometida. (2 Macabeos 2, 4)

  • Heliodoro se puso pronto en camino, simulando que iba a visitar la Celesiria y la Fenicia, pero con el propósito de ejecutar las órdenes del rey. (2 Macabeos 3, 8)

  • Pero Heliodoro, siguiendo las órdenes reales, sostenía que todos aquellos tesoros debían pasar a manos del rey. (2 Macabeos 3, 13)


“E’ na dor que o amor se torna mais forte.” São Padre Pio de Pietrelcina