Löydetty 70 Tulokset: Mitad

  • No te vestirás con un paño tejido mitad de lana y mitad de lino. (Deuteronomio 22, 11)

  • Todo el pueblo permanecía de pie por ambos lados del Arca, con sus jefes, secretarios y jueces. Al frente suyo estaban los sacerdotes y los levitas que portaban el Arca de Yavé; israelitas de raza y forasteros estaban juntos. La mitad del pueblo se extendía hacia el cerro Garizim y la otra mitad cerca del Ebal, según lo mandado por Moisés referente a la manera de bendecir a Israel. (Josué 8, 33)

  • Sijón, rey de los amorreos, que habitaba en Jesbón. Reinaba desde Aroer, ciudad situada junto al torrente Arnón, y desde el medio del valle reinaba sobre la mitad de Galaad hasta el torrente Yaboc, que limita con el país de los hijos de Ammón; (Josué 12, 2)

  • también era dueño de la mitad de Galaad, hasta limitar con Sijón, rey de Jesbón. (Josué 12, 5)

  • La otra mitad y las de Rubén y Gad ocupan ya la tierra que les entregó Moisés al este del Jordán, (Josué 13, 8)

  • Yazer y todas las ciudades de Galaad, con la mitad del país de los amonitas hasta Aroer, ciudad fronteriza con Rabba; (Josué 13, 25)

  • La mitad de Galaad, Astarot y Edreí, ciudades del reino de Og, fueron atribuidas a los hijos de Maquir, hijo de Manasés, es decir, la mitad de los hijos de Maquir, según el número de sus familias. (Josué 13, 31)

  • Moisés había dado a la media tribu de Manasés su posesión en Basán; por eso, a la otra mitad Josué le dio la herencia entre los demás hermanos suyos en este lado del Jordán, al occidente. Por eso, al despedirlos después de bendecirlos, (Josué 22, 7)

  • Este fue el primer destrozo en que Jonatán y su escudero mataron como unos veinte hombres en un espacio como de la mitad de un surco. (1 Samuel 14, 14)

  • Entonces Janún tomó a los servidores de David, les hizo afeitar la mitad de la barba, cor tar los vestidos a la altura de las nalgas y luego los despidió. (2 Samuel 10, 4)

  • La tropa respondió: «Tú no debes ir, pues a nadie le llamaría la atención si huimos o si muere la mitad de nosotros; tú, en cambio, eres como diez mil de nosotros. Es mejor que te quedes en la ciudad y puedas socorrernos.» (2 Samuel 18, 3)

  • El rey se dirigió a Guilgal, acompañado de Kimham, de todo el ejército de Judá y de la mitad del ejército de Israel. (2 Samuel 19, 41)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina