Löydetty 70 Tulokset: Mitad

  • Pero desde ese día, sólo la mitad de mis hombres tomaba parte en el trabajo; la otra mitad, con arcos, lanzas, escudos y corazas, estaba detrás de los nuestros. (Nehemías 4, 10)

  • Así ordenamos el trabajo desde el comienzo de la mañana hasta que salían las estrellas, la mitad de nosotros con el arma en la mano. (Nehemías 4, 15)

  • detrás de ellos iban Hosaías y la mitad de los jefes de Judá, (Nehemías 12, 32)

  • El segundo coro marchaba por la izquierda; yo iba detrás con la mitad de los jefes del pueblo por encima de la muralla, pasando por la Torre de los Hornos, hasta la muralla ancha, (Nehemías 12, 38)

  • Luego los dos coros se detuvieron en la Casa de Dios. Tenía yo a mi lado a la mitad de los consejeros (Nehemías 12, 40)

  • de sus hijos, la mitad hablaban asdodeo, pero no sabían ya hablar judío. (Nehemías 13, 24)

  • Luego tomarán la mitad de mis bienes y se irán felices a casa de tus padres. La otra parte la obtendrán cuando nosotros hayamos muerto. Animo, hijo, que desde ahora en adelante Edna y yo somos tus padres.» (Tobías 8, 21)

  • Entonces Ragüel le entregó a su esposa Sara y la mitad de todos sus bienes: bueyes, carneros, burros, camellos, ropas, plata y utensilios, (Tobías 10, 10)

  • Y debemos añadir algo más.» Respondió Tobías: «Padre, no es demasiado si le doy la mitad de lo que traje. (Tobías 12, 2)

  • Entonces llamó al ángel y le dijo: «Recibe como sueldo la mitad de todo cuanto trajiste.» (Tobías 12, 5)

  • «¿Qué te pasa, reina Ester?», le preguntó él, un momento después. «Dime, ¿qué deseas? Pues aunque sea la mitad de mi reino, te la daré.» Ella le dijo: (Ester 5, 3)

  • Mientras cenaban, el rey volvió a decirle a Ester: «¡Dime, te ruego, qué deseas para poder dártelo! Dímelo, no más, pues aunque sea la mitad de mi reino, te la daré.» (Ester 5, 6)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina