Löydetty 70 Tulokset: Mitad

  • En cuanto a Samaría, no cometió ni siquiera la mitad de tus pecados; pero tú has cometido tantas abominaciones que tus hermanas parecen justas a tu lado. (Ezequiel 16, 51)

  • Este rey insultará al Dios Altísimo y perseguirá a los santos del Dios Altísimo. Tratará de cambiar las fiestas y las leyes. Los santos serán entregados a su poder por un tiempo, y dos tiempos y mitad de un tiempo (Daniel 7, 25)

  • Aquel príncipe impondrá su ley a gran parte del pueblo durante una semana. Durante la mitad de una semana hará cesar los sacrificios y las ofrendas. El devastador colocará el abominable ídolo en el Templo, hasta que la ruina decretada por Dios caiga sobre el devastador. (Daniel 9, 27)

  • Haré que se junten todas las naciones para atacar a Jerusalén. Se apoderarán de la ciudad, saquearán sus casas y violarán a sus mujeres. La mitad de la población será llevada cautiva; pero a los demás habitantes de la ciudad no los eliminarán. (Zacarías 14, 2)

  • Ese día pondrá su pie sobre el Cerro de los Olivos, que queda al oriente de Jerusalén. Y el Cerro de los Olivos se partirá en dos de este a oeste, dejando en medio un profundo valle; una parte del cerro quedará al norte y la otra mitad al sur. (Zacarías 14, 4)

  • Y le prometió con juramento: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.» (Evangelio según San Marcos 6, 23)

  • Pero Zaqueo dijo resueltamente a Jesús: «Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y a quien le haya exigido algo injustamente le devolveré cuatro veces más.» (Evangelio según San Lucas 19, 8)

  • En ese momento la cortina del Templo se rasgó por la mitad, (Evangelio según San Lucas 23, 45)

  • Hacia la mitad de la semana de la fiesta, Jesús subió al Templo y se puso a enseñar. (Evangelio según San Juan 7, 14)

  • Pero se le dieron a la mujer las dos alas del águila grande para que volara al desierto, a su lugar; allí será mantenida lejos del dragón por un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo. (Apocalipsis 12, 14)


“Proponha-se a exercitar-se nas virtudes”. São Padre Pio de Pietrelcina