Löydetty 124 Tulokset: Vestidos
Después, habiendo conversado con el pueblo, dispuso a los cantores de Yavé y a los salmistas que marcharían al frente de las tropas vestidos de ornamentos sagrados: «Alaben a Yavé porque es eterno su amor.» (2 Crónicas 20, 21)
Entonces Josafat con todo su ejército llegaron para recoger los despojos y hallaron gran cantidad de ganado, vestidos y objetos preciosos. Fue tanto el botín, que tres días no fueron suficientes para juntarlo todo, y no sabían cómo llevarlo. (2 Crónicas 20, 25)
Miró, y vio al rey junto a la columna, a la entrada, y a los jefes y las trompetas junto al rey, a todo el pueblo lleno de alegría que tocaba las trompetas, y a los cantores que, con instrumentos de música, dirigían los cánticos de alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición, traición!» (2 Crónicas 23, 13)
Cuando el rey escuchó las palabras de la Ley, rasgó sus vestidos (2 Crónicas 34, 19)
Tu corazón se ha conmovido y te has humillado delante de Dios al oír mis palabras contra este lugar y sus habitantes; te has humillado ante mí, has rasgado tus vestidos y has llorado ante mí; por eso yo, a mi vez, he oído, palabra de Yavé. (2 Crónicas 34, 27)
y, luego, al tiempo de la ofrenda de la tarde, salí de mi postración, y con mis vestidos y mi manto desgarrados, me arrodillé, levantando mis manos a Yavé, mi Dios. (Esdras 9, 5)
El día (24) de aquel mismo mes se reunieron los israelitas para ayunar, vestidos con sacos y con la cabeza cubierta de polvo. (Nehemías 9, 1)
pan a los hambrientos y vestidos a los desnudos. Enterré los cadáveres de mis compatriotas asesinados que eran arrojados tras las murallas de Nínive. (Tobías 1, 17)
Joaquín, jefe de los sacerdotes, los sacerdotes y ministros del Señor, vestidos de saco, ofrecían el sacrificio perpetuo, (Judit 4, 14)
Se quitó el saco que vestía y, después de bañada, cambió sus vestidos de viuda por los de fiesta, que usaba cuando vivía su esposo Manasés; se echó perfumes, se peinó y se adornó la cabeza con una cinta; (Judit 10, 3)
Se levantó, se adornó con sus vestidos y todos sus adornos de mujer. Su sirvienta se le adelantó y extendió en el suelo, delante de Holofernes, la piel que Bagoas había dado a Judit para su uso diario y donde pudiera reclinarse para comer. (Judit 12, 15)
Se sacó sus vestidos de viuda para reanimar a los afligidos de Israel; adornó su rostro, (Judit 16, 7)