Löydetty 461 Tulokset: fuentes de agua viva

  • Tomará luego el pájaro vivo, la madera de cedro, la escarlata y el hisopo, y los mojará, incluso el pájaro vivo, en la sangre del pájaro inmolado sobre el agua fresca. (Levítico 14, 6)

  • El que ha sido purificado lavará sus vestidos, se afeitará todo su pelo, se bañará en agua y quedará puro, y luego volverá al campamento. Pero tiene que quedarse primero siete días fuera de su tienda, (Levítico 14, 8)

  • y es al día séptimo cuando se afeitará todo el pelo, la cabellera, la barba y las cejas, es decir, se afeitará todo su pelo; lavará también sus vestidos, bañará su cuerpo en agua y quedará limpio. (Levítico 14, 9)

  • sacrificará uno de los pájaros sobre una vasija de barro con agua fresca, (Levítico 14, 50)

  • y tomando la madera de cedro, el hisopo y escarlata, con el pájaro vivo, los mojará en la sangre del pájaro sacrificado y en el agua fresca; luego rociará la casa siete veces. (Levítico 14, 51)

  • Así hará la expiación por la casa con la sangre del pájaro, el agua fresca, el pájaro vivo, la madera de cedro, el hisopo y la escarlata. (Levítico 14, 52)

  • Quien se siente en un mueble donde se haya sentado cualquiera que padezca derrame, deberá lavar sus vestidos y luego bañarse en agua, y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 6)

  • Toda vasija de barro tocada por el que padece derrame será rota y todo utensilio de madera será lavado en agua. (Levítico 15, 12)

  • Para ser purificada de su derrame, esta persona deberá contar siete días; después lavará sus vestidos, se bañará en agua fresca y quedará pura. (Levítico 15, 13)

  • El hombre que tenga derrame seminal lavará con agua todo su cuerpo y quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 16)

  • Toda ropa y todo cuerpo sobre los cuales se haya derramado el semen serán lavados con agua y quedarán impuros hasta la tarde. (Levítico 15, 17)

  • Cuando una mujer ha tenido relaciones sexuales con un hombre, ambos deben lavarse con agua y quedan impuros hasta la tarde. (Levítico 15, 18)


“Onde há mais sacrifício, há mais generosidade.” São Padre Pio de Pietrelcina