Löydetty 722 Tulokset: Iba

  • Hermanos, en cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba. (I Tesalonicenses 5, 1)

  • No inscribas, en cambio, a las viudas más jóvenes, porque cuando los deseos puramente humanos prevalecen sobre su entrega a Cristo, quieren casarse otra vez, (I Timoteo 5, 11)

  • Yo ya estoy a punto de ser derramado como una libación, y el momento de mi partida se aproxima: (II Timoteo 4, 6)

  • Pero el culto que ellos celebran es una imagen y una sombra de las realidades celestiales, como Dios advirtió a Moisés cuando este iba a construir la Morada, diciéndole: Tienes que hacerlo todo conforme al modelo que te fue mostrado en la montaña. (Hebreos 8, 5)

  • Por eso, Cristo es mediador de una Nueva Alianza entre Dios y los hombres, a fin de que, habiendo muerto para redención de los pecados cometidos en la primera Alianza, los que son llamados reciban la herencia eterna que ha sido prometida. (Hebreos 9, 15)

  • Por la fe, Abraham, obedeciendo al llamado de Dios, partió hacia el lugar que iba a recibir en herencia, sin saber a dónde iba. (Hebreos 11, 8)

  • También por la fe, Isaac, en vista de lo que iba a suceder, bendijo a Jacob y a Esaú. (Hebreos 11, 20)

  • Dejen de lado, entonces, toda impureza y todo resto de maldad, y reciban con docilidad la Palabra sembrada en ustedes, que es capaz de salvarlos. (Santiago 1, 21)

  • Si alguien se presenta ante ustedes y no trae esta misma doctrina, no lo reciban en su casa ni lo saluden. (II Juan 1, 10)

  • Entonces se le dio a cada uno una vestidura blanca y se les dijo que esperaran todavía un poco, hasta que se completara el número de sus compañeros de servicio y de sus hermanos, que iban a sufrir la misma muerte. (Apocalipsis 6, 11)

  • Una vez que estos hablaron, yo me dispuse a escribir, pero una voz del cielo me ordenó: «Guarda en secreto lo que han dicho los siete truenos y no lo escribas». (Apocalipsis 10, 4)

  • Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz. (Apocalipsis 12, 2)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina