Löydetty 338 Tulokset: Jefes

  • Toda su perversidad se manifestó en Guilgal: allí comencé a detestarlos. Por la maldad de sus acciones los arrojaré de mi casa, ya no los amaré más; todos sus jefes son rebeldes. (Oseas 9, 15)

  • Después dije: ¡Escuchen, jefes de Jacob y magistrados de la casa de Israel! ¿No les corresponde a ustedes conocer el derecho, (Miqueas 3, 1)

  • ¡Escuchen esto, jefes de la casa de Jacob y magistrados del pueblo de Israel, ustedes, que abominan la justicia y tergiversan el derecho, (Miqueas 3, 9)

  • Has traspasado con tus flechas la cabeza de sus jefes, que se lanzaban tempestuosamente para destrozarme, entre gritos de alegría, como quien devora a un pobre ocultamente. (Habacuc 3, 14)

  • El día del sacrificio del Señor, yo pediré cuenta a los jefes y a los hijos del rey, y a todos los que se visten a la moda extranjera. (Sofonías 1, 8)

  • Sus jefes, en medio de ella, son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos, que no dejan nada para roer a la mañana; (Sofonías 3, 3)

  • De él saldrá la Piedra angular, de él la Estaca, de él el arco de guerra, de él todos los jefes. Todos juntos (Zacarías 10, 4)

  • Y los jefes de Judá dirán en su corazón: "La fuerza para los habitantes de Jerusalén está en el Señor de los ejércitos, su Dios". (Zacarías 12, 5)

  • Aquel día, yo haré a los jefes de Judá semejantes a un brasero encendido bajo la leña, a una antorcha encendida en las gavillas. Ellos consumirán a derecha e izquierda a todos los pueblos de alrededor, pero Jerusalén quedará instalada en el mismo lugar. (Zacarías 12, 6)

  • Pero Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. (Mateo 20, 25)

  • Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, (Marcos 5, 22)

  • Este fue a tratar con los sumos sacerdotes y los jefes de la guardia sobre el modo de entregárselo. (Lucas 22, 4)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina