Löydetty 839 Tulokset: Judá y Simeón

  • Porque su país está lleno de crímenes contra el Santo de Israel; porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, el Señor de los ejércitos. (Jeremías 51, 5)

  • Esta es la orden que el profeta Jeremías dio a Seraías, hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando este partió para Babilonia con Sedecías, rey de Judá, en el cuarto año de su reinado. Seraías era el encargado de las etapas durante la marcha. (Jeremías 51, 59)

  • Esto sucedió en Jerusalén y en Judá a causa de la ira del Señor, hasta que al fin, él los arrojó lejos de su presencia. Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia. (Jeremías 52, 3)

  • El rey de Babilonia hizo degollar a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos, y también a todos los jefes de Judá, en Riblá. (Jeremías 52, 10)

  • El rey de Babilonia los mandó golpear y ejecutar en Riblá, en el país de Jamat. Así fue deportado Judá lejos de su tierra. (Jeremías 52, 27)

  • El trigésimo séptimo año de la deportación de Joaquín, rey de Judá, el día veinticinco del duodécimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, en el año de su entronización, indultó a Joaquín, rey de Judá, y lo hizo salir de la prisión. (Jeremías 52, 31)

  • Judá está desterrada, en la miseria y en la más dura esclavitud. Ella habita entre las naciones, sin encontrar un descanso. Todos sus perseguidores la alcanzaron en angostos desfiladeros. (Lamentaciones 1, 3)

  • El Señor derribó a mis valientes, que estaban dentro de mí. Convocó contra mí una asamblea para destrozar a mis jóvenes. El Señor pisoteó en el lagar a la virgen hija de Judá. (Lamentaciones 1, 15)

  • El Señor devoró sin piedad todas las moradas de Jacob; derribó en su indignación las fortalezas de la hija de Judá; echó por tierra y profanó el reino y sus príncipes. (Lamentaciones 2, 2)

  • El Señor se portó como un enemigo y devoró a Israel: devoró todos sus palacios, destruyó sus fortalezas; multiplicó en la hija de Judá las lamentaciones y los lamentos. (Lamentaciones 2, 5)

  • Han violado a las mujeres en Sión, a las vírgenes en las ciudades de Judá. (Lamentaciones 5, 11)

  • Baruc leyó el texto de este escrito en presencia de Jeconías, hijo de Joaquím, rey de Judá, y de todo el pueblo que había venido para escuchar esta lectura; (Baruc 1, 3)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina