Löydetty 839 Tulokset: Judá y Simeón

  • Así habla el Señor: Porque Edóm se ha vengado implacablemente de la casa de Judá y se ha hecho gravemente culpable al vengarse de ella, (Ezequiel 25, 12)

  • Incluso Judá y la tierra de Israel traficaban contigo: entregaban trigo de Minit, mijo, miel, aceite y resina, a cambio de tus mercaderías. (Ezequiel 27, 17)

  • Hijo de hombre, toma un trozo de madera y escribe sobre él: "Judá y los israelitas que le están unidos". Toma después otro trozo y escribe: "José, madera de Efraím, y toda la casa de Israel unida a él". (Ezequiel 37, 16)

  • tú les responderás: Así habla el Señor: Yo voy a tomar la madera de José, que está en la mano de Efraím, y a las tribus de Israel unidas a él, y les añadiré la madera de Judá. Así haré de todos ellos un solo trozo de madera, y serán una sola cosa en mi mano. (Ezequiel 37, 19)

  • Sobre la frontera de Rubén, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Judá. (Ezequiel 48, 7)

  • Sobre la frontera de Judá, desde el lado oriental hasta el lado occidental: allí estará el tributo que ustedes reservarán para el Señor. Tendrá doce mil quinientos metros de ancho, y su longitud será igual que las otras partes, desde el lado oriental hasta el lado occidental. El Santuario estará en el medio. (Ezequiel 48, 8)

  • La propiedad de los levitas y lo que pertenece a la ciudad estarán entre la frontera de Judá y la frontera de Benjamín, en medio de lo que pertenecerá al príncipe. (Ezequiel 48, 22)

  • Sobre la frontera de Benjamín, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Simeón. (Ezequiel 48, 24)

  • Sobre la frontera de Simeón, desde el lado oriental hasta el lado occidental: una parte para Isacar. (Ezequiel 48, 25)

  • Las puertas de la ciudad llevarán los nombres de las tribus de Israel. Habrá tres puertas al norte: la puerta de Rubén, la de Judá y la de Leví. (Ezequiel 48, 31)

  • El lado meridional medirá dos mil doscientos cincuenta metros y tendrá tres puertas: la puerta de Simeón, la de Isacar y la de Zabulón. (Ezequiel 48, 33)

  • El tercer año del reinado de Joaquím, rey de Judá, llegó a Jerusalén Nabucodonosor, rey de Babilonia, y la sitió. (Daniel 1, 1)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina