Löydetty 290 Tulokset: Tiendas del Encuentro

  • Pero contra tus hijos, ni siquiera pudieron los dientes de las serpientes venenosas, porque tu misericordia vino a su encuentro y los sanó. (Sabiduría 16, 10)

  • Ella le saldrá al encuentro como una madre y lo recibirá como una joven esposa, (Eclesiástico 15, 2)

  • El Señor dijo a Isaías: "Ve al encuentro de Ajaz, tú y tu hijo Sear Iasub, al extremo del canal del estanque superior, sobre la senda del campo del Tintorero. (Isaías 7, 3)

  • Lleven agua al encuentro de los sedientos, habitantes del país de Temá, salgan a recibir con pan a los fugitivos. (Isaías 21, 14)

  • Eliaquím, hijo de Jilquías, el mayordomo de palacio, salió a su encuentro, con Sebná, el secretario, y Joaj, hijo de Asaf, el archivista. (Isaías 36, 3)

  • Tú vas al encuentro de los que practican la justicia y se acuerdan de tus caminos. Tú estás irritado, y nosotros hemos pecado, desde siempre fuimos rebeldes contra ti. (Isaías 64, 4)

  • Yo me dejé consultar por los que no me interrogaban; salí al encuentro de los que no me buscaban. Yo dije: "¡Aquí estoy, aquí estoy!" a una nación que no invocaba mi Nombre. (Isaías 65, 1)

  • Hasta el profeta y el sacerdote son impíos, aun en mi propia Casa encuentro su maldad -oráculo del Señor-. (Jeremías 23, 11)

  • Ismael, hijo de Natanías, les salió al encuentro desde Mispá. Él iba llorando, y cuando los alcanzó les dijo: "¡Vengan a ver a Godo-lías, hijo de Ajicám!". (Jeremías 41, 6)

  • Tú dices: ‘¡Pobre de mí, porque el Señor añade aflicción a mi dolor! ¡Estoy cansado de gemir, y no encuentro descanso!’. (Jeremías 45, 3)

  • Yo soy el Señor, tu Dios, desde el país de Egipto: te haré habitar de nuevo en carpas, como en los días del Encuentro. (Oseas 12, 10)

  • Mientras el ángel que hablaba conmigo estaba allí, otro ángel le salió a su encuentro (Zacarías 2, 7)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina