Löydetty 68 Tulokset: copa

  • Pero ustedes, los que han abandonado al Señor y se han olvidado de mi santa Montaña, los que preparan una mesa para la Fortuna y llenan una copa para el Destino, (Isaías 65, 11)

  • No se partirá el pan para el que está de duelo, con el fin de consolarlo por el muerto, ni se le hará beber la copa del consuelo, por su padre o por su madre. (Jeremías 16, 7)

  • Porque así me ha hablado el Señor, Dios de Israel: "Toma de mi mano esta copa de vino del furor, y dásela de beber a todas las naciones a las que yo te envío; (Jeremías 25, 15)

  • Yo tomé la copa de la mano del Señor y se la hice beber a todas las naciones a las que me había enviado el Señor: (Jeremías 25, 17)

  • Y si ellos se niegan a tomar de tu mano la copa para beber, tú les dirás: Así habla el Señor de los ejércitos: ¡Tendrán que beber! (Jeremías 25, 28)

  • Porque así habla el Señor: Los que no estaban condenados a beber la copa, la tuvieron que beber. Y tú ¿vas a quedar impune? ¡No, no vas quedar impune, sino que la vas a beber! (Jeremías 49, 12)

  • Babilonia era una copa de oro en la mano del Señor, para embriagar a toda la tierra; las naciones bebieron su vino, por eso se enloquecieron. (Jeremías 51, 7)

  • ¡Regocíjate y alégrate, hija de Edóm, tú que habitas en el país de Us! También tú recibirás la copa: te embriagarás y te desnudarás. (Lamentaciones 4, 21)

  • Tú dirás: Así habla el Señor: El águila grande, de grandes alas y largas plumas, de espeso plumaje, lleno de colorido, llegó hasta el Líbano y tomó la copa de un cedro. (Ezequiel 17, 3)

  • Así habla el Señor: Yo también tomaré la copa de un gran cedro, cortaré un brote de la más alta de sus ramas, y lo plantaré en una montaña muy elevada: (Ezequiel 17, 22)

  • Por haber seguido el camino de tu hermana, yo pondré su copa en tu mano. (Ezequiel 23, 31)

  • Así habla el Señor: Tú beberás la copa de tu hermana, ancha y profunda, de gran capacidad. Serás motivo de burla y escarnio. (Ezequiel 23, 32)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina