Löydetty 68 Tulokset: copa

  • Pero el Señor le dijo: «¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. (Lucas 11, 39)

  • Y tomando una copa, dio gracias y dijo: «Tomen y compártanla entre ustedes. (Lucas 22, 17)

  • Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes. (Lucas 22, 20)

  • La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? (I Corintios 10, 16)

  • Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios; tampoco pueden sentarse a la mesa del Señor y a la mesa de los demonios. (I Corintios 10, 21)

  • De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía». (I Corintios 11, 25)

  • Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que él vuelva. (I Corintios 11, 26)

  • Por eso, el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente tendrá que dar cuenta del Cuerpo y de la Sangre del Señor. (I Corintios 11, 27)

  • Que cada uno se examine a sí mismo antes de comer este pan y beber esta copa; (I Corintios 11, 28)

  • tendrá que beber el vino de la indignación de Dios, que se ha derramado puro en la copa de su ira; y será atormentado con fuego y azufre, delante de los santos Ángeles y delante del Cordero. (Apocalipsis 14, 10)

  • El primer Ángel fue y derramó su copa sobre la tierra, provocando una llaga maligna y dolorosa en todos los hombres que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen. (Apocalipsis 16, 2)

  • El segundo derramó su copa sobre el mar: este se convirtió en sangre, como si se hubiera cometido un crimen, y perecieron todos los seres vivientes que había en el mar. (Apocalipsis 16, 3)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina