Löydetty 127 Tulokset: señal de Gedeón

  • Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre. Todas las razas de la tierra se golpearán el pecho y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, lleno de poder y de gloria. (Mateo 24, 30)

  • El traidor les había dado esta señal: «Es aquel a quien voy a besar. Deténganlo». (Mateo 26, 48)

  • «Dinos cuándo sucederá esto y cuál será la señal de que ya están por cumplirse todas estas cosas». (Marcos 13, 4)

  • El traidor les había dado esta señal: «Es aquel a quien voy a besar. Deténganlo y llévenlo bien custodiado». (Marcos 14, 44)

  • Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». (Lucas 2, 12)

  • Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?». (Lucas 21, 7)

  • Estos, sacudiendo el polvo de sus pies en señal de protesta contra ellos, se dirigieron a Iconio. (Hechos 13, 51)

  • Pero como ellos lo contradecían y lo injuriaban, sacudió su manto en señal de protesta, diciendo: «Que la sangre de ustedes caiga sobre sus cabezas. Yo soy inocente de eso; en adelante me dedicaré a los paganos». (Hechos 18, 6)

  • El tribuno se lo permitió, y Pablo, de pie sobre la escalinata, hizo una señal al pueblo con la mano. Se produjo un gran silencio, y Pablo comenzó a hablarles en hebreo. (Hechos 21, 40)

  • Si un hombre estaba circuncidado antes que Dios lo llamara, que no oculte la señal de la circuncisión; si el llamado lo encontró incircunciso, que no se circuncide. (I Corintios 7, 18)

  • Por eso, Santiago, Cefas y Juan -considerados como columnas de la Iglesia- reconociendo el don que me había sido acordado, nos estrecharon la mano a mí y a Bernabé, en señal de comunión, para que nosotros nos encargáramos de los paganos y ellos de los judíos. (Gálatas 2, 9)

  • Porque a la señal dada por la voz del Arcángel y al toque de la trompeta de Dios, el mismo Señor descenderá del cielo. Entonces, primero resucitarán los que murieron en Cristo. (I Tesalonicenses 4, 16)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina