Löydetty 286 Tulokset: Rostro
A sus ojos, cargarás con tu equipaje a la espalda y saldrás en la oscuridad; te cubrirás el rostro para no ver la tierra, porque yo he hecho de ti un símbolo para la casa de Israel. (Ezequiel 12, 6)
Hijo de hombre, estos hombres han erigido sus basuras en su corazón, han puesto delante de su rostro la ocasión de sus culpas, ¿y voy a dejarme consultar por ellos? (Ezequiel 14, 3)
Habla, pues, y diles: Así dice el Señor Yahveh: A todo aquel de la casa de Israel que erija sus basuras en su corazón o que ponga delante de su rostro la ocasión de sus culpas, y luego se presente al profeta, yo mismo, Yahveh, le responderé, a causa de la multitud de sus basuras, (Ezequiel 14, 4)
Por eso, di a la casa de Israel: Así dice el Señor Yahveh: Convertíos, apartaos de vuestras basuras, de todas vuestras abominaciones apartad vuestro rostro, (Ezequiel 14, 6)
porque a todo hombre de la casa de Israel, o de los forasteros residentes en Israel, que se aleje de mí para erigir sus basuras en su corazón, que ponga delante de su rostro la ocasión de sus culpas, y se presente al profeta para consultarme, yo mismo, Yahveh, le responderé. (Ezequiel 14, 7)
Volveré mi rostro contra ese hombre, haré de él ejemplo y proverbio, le extirparé de en medio de mi pueblo, y sabréis que yo soy Yahveh. (Ezequiel 14, 8)
He vuelto mi rostro contra ellos. Han escapado al fuego, pero el fuego los devorará. Y sabréis que yo soy Yahveh, cuando vuelva mi rostro contra ellos. (Ezequiel 15, 7)
Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia el mediodía, destila tus palabras hacia el sur, profetiza contra el bosque de la región del Négueb. (Ezequiel 21, 2)
Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Jerusalén, destila tus palabras hacia su santuario y profetiza contra la tierra de Israel. (Ezequiel 21, 7)
Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia los ammonitas y profetiza contra ellos. (Ezequiel 25, 2)
Todos los habitantes de las islas están pasmados por tu causa. Sus reyes están estremecidos de terror, descompuesto su rostro. (Ezequiel 27, 35)
Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Sidón y profetiza contra ella. (Ezequiel 28, 21)