Löydetty 286 Tulokset: Rostro
Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto. (Ezequiel 29, 2)
Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia la montaña de Seír, y profetiza contra ella. (Ezequiel 35, 2)
Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Gog, en el país de Magog, príncipe supremo de Mesek y Túbal, y profetiza contra él. (Ezequiel 38, 2)
Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue deportada por sus culpas, que, por haberme sido infieles, yo les oculté mi rostro y los entregué en manos de sus enemigos, y cayeron todos a espada. (Ezequiel 39, 23)
Los traté como lo merecían sus impurezas y sus crímenes, y les oculté mi rostro. (Ezequiel 39, 24)
No les ocultaré más mi rostro, porque derramaré mi Espíritu sobre la casa de Israel, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 39, 29)
Esta visión era como la que yo había visto cuando vine para la destrucción de la ciudad, y también como lo que había visto junto al río Kebar. Entonces caí rostro en tierra. (Ezequiel 43, 3)
Luego me llevó por el pórtico septentrional hacia la fachada de la Casa; miré, y he aquí que la gloria de Yahveh llenaba la Casa de Yahveh, y caí rostro en tierra. (Ezequiel 44, 4)
Entonces el rey Nabucodonosor cayó rostro en tierra, se postró ante Daniel, y ordenó que se le ofreciera oblación y calmante aroma. (Daniel 2, 46)
Entonces el rey Nabucodonosor, lleno de cólera y demudada la expresión de su rostro contra Sadrak, Mesak y Abed Negó, dio orden de que se encendiese el horno siete veces más de lo corriente, (Daniel 3, 19)
Y ahora te seguimos de todo corazón, te tememos y buscamos tu rostro. No nos dejes en la confusión, (Daniel 3, 41)
Hasta aquí la relación. Yo, Daniel, quedé muy turbado en mis pensamientos, se me demudó el color del rostro y guardé estas cosas en mi corazón. (Daniel 7, 28)