Löydetty 70 Tulokset: clamor público

  • yo prenderé fuego a la muralla de Rabbá, que devorará sus palacios, en el clamor en día de combate, en la tormenta en día de huracán; (Amós 1, 14)

  • yo enviaré fuego a Moab que devorará los palacios de Queriyyot, y morirá con estruendo Moab, entre clamor, al son del cuerno; (Amós 2, 2)

  • día de trompeta y de clamor, contra las ciudades fortificadas y las torres de los ángulos. (Sofonías 1, 16)

  • Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen. (Mateo 2, 18)

  • Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes. (Marcos 1, 45)

  • Por eso Jesús no andaba ya en público entre los judíos, sino que se retiró de allí a la región cercana al desierto, a una ciudada llamada Efraím, y allí residía con sus discípulos. (Juan 11, 54)

  • pues refutaba vigorosamente en público a los judíos, demostrando por las Escrituras que el Cristo era Jesús. (Hechos 18, 28)

  • cómo no me acobardé cuando en algo podía seros útil; os predicaba y enseñaba en público y por las casas, (Hechos 20, 20)

  • de tal forma que se ha hecho público en todo el Pretorio y entre todos los demás, que me hallo en cadenas por Cristo. (Filipenses 1, 13)

  • El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente, (Hebreos 5, 7)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina