Löydetty 89 Tulokset: Tiro

  • y diciendo: "Los de Tolemaida, Tiro y Sidón se han conjurado contra nosotros, con toda la Galilea de los gentiles, para exterminarnos". (I Macabeos 5, 15)

  • Nombró a su hermano Simón jefe militar en la región que va desde la Escala de Tiro hasta la frontera de Egipto. (I Macabeos 11, 59)

  • Cuando se celebraban en Tiro los juegos cuadrienales en presencia del rey, (II Macabeos 4, 18)

  • Menelao, juzgando que las circunstancias eran propicias para medrar, robó algunos objetos de oro del templo y se los dio a Andrónico; otros los vendió en Tiro y en las ciudades vecinas. (II Macabeos 4, 32)

  • Cuando el rey llegó a Tiro, tres hombres enviados por el consejo de ancianos le dieron cuenta de aquellas crueldades. (II Macabeos 4, 44)

  • Los mismos de Tiro, indignados por un crimen semejante, les dieron honorífica sepultura. (II Macabeos 4, 49)

  • se subió a una roca, y allí, casi sin sangre, se agarró los intestinos con ambas manos y los tiró sobre los soldados, pidiendo al Señor de la vida y del espíritu que un día se los devolviera; y así murió. (II Macabeos 14, 46)

  • Oráculo sobre Tiro: ¡Ululad, naves de Tarsis, pues está destruida vuestra fortaleza! Al volver de Chipre les llegó la noticia. (Isaías 23, 1)

  • Cuando llegue la noticia a Egipto, se estremecerá por la suerte de Tiro. (Isaías 23, 5)

  • ¿Quién ha decretado esto contra Tiro, la coronada, cuyos comerciantes eran príncipes, y sus mercaderes, grandes de la tierra? (Isaías 23, 8)

  • Aquel día sucederá que Tiro será olvidada por espacio de setenta años, como la duración del reinado de un rey. Y, al cabo de setenta años, le sucederá a Tiro como a la prostituta de la canción: (Isaías 23, 15)

  • Sucederá que, al cabo de setenta años, el Señor visitará a Tiro. Ella volverá a cobrar su salario de prostituta, y se prostituirá a todos los reinos del mundo que hay sobre la superficie de la tierra. (Isaías 23, 17)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina