Löydetty 89 Tulokset: Tiro

  • a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón y a los reyes de las islas del otro lado del mar; (Jeremías 25, 22)

  • Luego se las enviarás al rey de Edón, al rey de Moab, al rey de los amonitas, al rey de Tiro y al rey de Sidón, por medio de los embajadores que han venido a Jerusalén cerca de Sedecías, rey de Judá. (Jeremías 27, 3)

  • por este día que llega para ruina de todos los filisteos, para exterminar a Tiro y a Sidón todos los aliados que les quedan; sí, el Señor extermina a los filisteos, restos de la isla de Caftor. (Jeremías 47, 4)

  • "Hijo de hombre, porque Tiro se ha burlado de Jerusalén diciendo: ¡Ja, ja, ha sido rota la puerta de los pueblos! Se vuelve hacia mí, yo me enriquezco: ¡Está devastada!, (Ezequiel 26, 2)

  • por eso esto dice el Señor Dios: Aquí estoy contra ti, Tiro; haré avanzar contra ti gentes innumerables, como el mar levanta sus olas. (Ezequiel 26, 3)

  • Derruirán las murallas de Tiro y demolerán sus torres, barreré de ella hasta el polvo y la dejaré como roca desnuda. (Ezequiel 26, 4)

  • Quedará en medio del mar como un tendedero de redes. Pues yo he hablado, dice el Señor Dios: Tiro será presa de los pueblos. (Ezequiel 26, 5)

  • Pues esto dice el Señor Dios: Yo traigo, por el norte, sobre Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros, jinetes y gran número de tropas. (Ezequiel 26, 7)

  • Esto dice el Señor Dios a Tiro: "Al estruendo de tu desplome, al gemido de tus heridos, cuando la carnicería hierva en medio de ti, ¿no temblarán las islas? (Ezequiel 26, 15)

  • "Hijo de hombre, entona una elegía sobre Tiro. (Ezequiel 27, 2)

  • Dirás a Tiro: Oh tú, que te sientas a la orilla del mar y traficas con pueblos esparcidos en islas sin cuento esto dice el Señor Dios. Tiro, tú has dicho: Yo soy la perfecta hermosura. (Ezequiel 27, 3)

  • Los habitantes de Sidón y de Arvad eran tus remeros; los más expertos que tenías, oh Tiro, eran tus timoneles. (Ezequiel 27, 8)


“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina