Löydetty 182 Tulokset: alma abatida

• En tres cosas se complace mi alma, que son agradables a Dios y a los hombres: la concordia entre hermanos, la amistad entre vecinos y marido y mujer bien avenidos. (Eclesiástico 25, 1)

• Tres clases de personas odia mi alma, y me indignan sobremanera: pobre soberbio, rico embustero y viejo adúltero y necio. (Eclesiástico 25, 2)

• Alegría del corazón y gozo del alma es el vino, bebido a su tiempo y con moderación. (Eclesiástico 31, 28)

• Con toda tu alma vigílate a ti mismo, porque esto es guardar los mandamientos. (Eclesiástico 32, 22)

• Dichosa el alma del que teme al Señor. ¿Sobre quién se apoya? Y ¿quién es su sostén? (Eclesiástico 34, 15)

• Él levanta el alma y da luz a los ojos; él da salud, vida y bendición. (Eclesiástico 34, 17)

• Más bien aconséjate de un hombre piadoso, de quien sabes que guarda los preceptos y tiene un alma afín a la tuya, pues si caes se dolerá contigo. (Eclesiástico 37, 12)

• Pues el alma del hombre suele descubrir esas cosas mejor que siete vigías apostados en la torre del centinela. (Eclesiástico 37, 14)

• Hombre que mira a mesa ajena con ansia vive una vida que no debe tenerse por vida; mancha su alma con manjares extraños. El hombre instruido y bien educado se guardará de ellos. (Eclesiástico 40, 29)

• calumnia de una lengua injusta contra el rey. Mi alma ha estado al borde de la muerte, mi vida había descendido casi al sepulcro. (Eclesiástico 51, 6)

• Mi alma ha combatido por ella, y me he esforzado en practicar la ley. Extendí mis manos hacia el cielo, y lamenté mi ignorancia sobre ella. (Eclesiástico 51, 19)

• Dirigí hacia ella mi alma, y en la pureza la encontré. Apliqué a ella mi corazón desde el principio; por esto jamás seré abandonado. (Eclesiástico 51, 20)