Löydetty 102 Tulokset: madera

  • Los súbditos de Jirán y los súbditos de Salomón, que traían oro de Ofir, habían traído también de allí madera de sándalo y piedras preciosas. (II Crónicas 9, 10)

  • Con las maderas el rey hizo balaustradas para el templo del Señor y para el palacio real, y cítaras y arpas para los cantores. Nunca se había visto una madera igual en el reino de Judá. (II Crónicas 9, 11)

  • Dieron dinero a los canteros y a los carpinteros; mandaron víveres, bebidas y aceite a los sidonios y a los tirios para que enviasen por mar madera de cedro desde el Líbano a Jafa, conforme a la autorización que les había dado Ciro, rey de Persia. (Esdras 3, 7)

  • Sepa el rey que nosotros hemos ido a la provincia de Judá, al templo del gran Dios, que se está reconstruyendo con piedras de sillería; ahora están recubriendo de madera las paredes. La obra se va haciendo con esmero y a buen ritmo. (Esdras 5, 8)

  • tres hileras de piedras de sillería y una de madera; los gastos serán costeados por la casa del rey. (Esdras 6, 4)

  • y una carta dirigida a Asaf, el guarda del parque real, para que me dé madera de construcción para las puertas de la ciudadela del templo, para la muralla de la ciudad y la casa en que he de habitar yo". El rey me lo concedió, porque mi Dios me protegía. (Nehemías 2, 8)

  • Esdras, el escriba, estaba de pie sobre una tribuna de madera levantada al efecto; y junto a él estaban, a su derecha, Matitías, Semá, Ananías, Urías, Jelcías y Maasías; y a su izquierda, Pedayas, Misael, Malquías, Jasún, Jasbadana, Zacarías y Mesulán. (Nehemías 8, 4)

  • Para él el hierro es paja, y el bronce, madera carcomida. (Job 41, 19)

  • Sobre cada elefante, como defensa, iba montada una torre sólida de madera, bien protegida y sujeta con cinchas; y en cada torre tres hombres valientes, además del indio que lo guiaba. (I Macabeos 6, 37)

  • El rey Salomón se ha hecho un trono de madera del Líbano. (Cantar 3, 8)

  • Mejor es vida pobre bajo un techo de madera que festines espléndidos en casas extrañas. (Eclesiástico 29, 22)

  • ¿Presume acaso el hacha contra quien la maneja? ¿Se envanece la sierra contra aquel que la mueve? ¡Como si el palo mandase a quien lo alza o el bastón impulsara a aquel que no es madera! (Isaías 10, 15)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina