Löydetty 102 Tulokset: madera

  • han arrojado al fuego a sus dioses, porque no eran dioses, sino obras de manos humanas, madera y piedra; por esto han podido destruirlos. (Isaías 37, 19)

  • Se toma madera incorruptible y se busca un hábil escultor para erigir una estatua que no se tambalee. (Isaías 40, 20)

  • El que trabaja la madera tira la cuerda de medir, diseña el ídolo a lápiz, lo trabaja a la azuela, sigue el diseño con el compás y lo modela semejante a una figura humana, conforme a las facciones de un hombre, para que habite en un templo. (Isaías 44, 13)

  • No reflexionan, no tienen sentido ni inteligencia para decirse: "He quemado al fuego la mitad de la madera; sobre sus brasas he cocido el pan, he asado carne y la he comido; ¡y con el resto voy a hacer algo detestable; voy a postrarme ante un pedazo de madera!". (Isaías 44, 19)

  • ¡Reuníos y venid, acercaos todos juntos, supervivientes de las naciones! Insensatos son los que pasean un ídolo de madera y suplican a un dios que no puede salvar. (Isaías 45, 20)

  • En lugar de bronce traeré oro, en vez de hierro traeré plata, bronce en vez de madera, y en vez de piedra, hierro. La paz te pondré por magistrado, y por soberano tuyo la justicia. (Isaías 60, 17)

  • Todos ellos son brutos e insensatos, y la enseñanza de los ídolos es la de un trozo de madera; (Jeremías 10, 8)

  • "Vete a decir a Ananías: Esto dice el Señor: Has roto el yugo de madera, pero lo tendrás que sustituir con un yugo de hierro. (Jeremías 28, 13)

  • Su rostro ahora es más oscuro que negrura, no se les reconoce por las calles; su piel está pegada a los huesos, seca como madera. (Lamentaciones 4, 8)

  • Vais a ver en Babilonia dioses de plata, de oro y de madera, que son llevados a hombros y que meten miedo a los paganos. (Baruc 6, 3)

  • Adornan también con lujosos vestidos, como si fuesen hombres, a sus dioses de plata, de oro y de madera; pero éstos no se libran ni de la roña ni de los gusanos, (Baruc 6, 10)

  • Y ¿cómo pueden llamarse dioses? Son mujeres las que presentan ofrendas ante estos dioses de plata, de oro y de madera. (Baruc 6, 29)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina