Löydetty 567 Tulokset: sombra de la muerte

  • oyó decir: "Zimrí ha tramado una conspiración y hasta ha dado muerte al rey". Aquel mismo día, en el campo de batalla, Israel entero proclamó rey sobre todo Israel a Omrí, general del ejército. (I Reyes 16, 16)

  • Entonces ella dijo a Elías: "¿Qué tengo yo que ver contigo, hombre de Dios? ¿Has entrado en mi casa para recordar mis pecados y dar muerte a mi hijo?". (I Reyes 17, 18)

  • Él se internó en el desierto una jornada de camino y fue a sentarse bajo una retama, deseándose la muerte y diciendo: "¡Ya basta, oh Señor! Quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres". (I Reyes 19, 4)

  • Después de la muerte de Ajab, Moab se rebeló contra Israel. (II Reyes 1, 1)

  • Y fue al manantial del agua, y echó allí la sal, diciendo: "Esto dice el Señor: Yo saneo estas aguas; no se originará de ellas en adelante muerte ni esterilidad". (II Reyes 2, 21)

  • Cuando el rey de Israel leyó la carta, se rasgó las vestiduras y exclamó: "¿Es que soy yo un dios para dar la muerte y la vida, que este me manda a un hombre para que lo cure de la lepra? Fijaos bien, y veréis que anda buscando pretextos contra mí". (II Reyes 5, 7)

  • Cuatro leprosos estaban en la puerta de la ciudad, y se dijeron mutuamente: "¿Qué hacemos aquí esperando la muerte? (II Reyes 7, 3)

  • Y al día siguiente por la mañana salió y dijo a todo el pueblo: "Vosotros sois inocentes. Mirad, yo conspiré contra mi señor y le di muerte; pero a todos éstos, ¿quién los ha matado? (II Reyes 10, 9)

  • Jehú dio muerte también a todos los restantes de la casa de Ajab que había en Yezrael, a todos sus magnates, allegados y sacerdotes, hasta no dejar un superviviente. (II Reyes 10, 11)

  • Llegó a Samaría y dio muerte a cuantos quedaban allí de la casa de Ajab, hasta que los exterminó, como el Señor había dicho a Elías. (II Reyes 10, 17)

  • Eliseo estaba enfermo de muerte. Joás, rey de Israel, fue a visitarlo; al verlo, se echó a llorar y decía: "¡Padre mío, padre mío, carro y caballería de Israel!". (II Reyes 13, 14)

  • Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, vivió todavía quince años después de la muerte de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel. (II Reyes 14, 17)


“A maior alegria de um pai é que os filhos se amem, formem um só coração e uma só alma. Não fostes vós que me escolhestes, mas o pai celeste que, na minha primeira missa, me fez ver todos os filhos que me confiava”.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina