Números, 24

5. ¡Qué hermosas son tus carpas, Jacob, y tus moradas, Israel!

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En el Capítulo 24 del Libro de Números, vemos la conclusión de la historia de Balaam, un profeta pagano que fue contratado por el rey Balaco para maldecir a la gente de Israel. Sin embargo, en cambio, Balaam se inspiró en el Espíritu de Dios y terminó bendiciendo a la gente de Israel tres veces. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en los números 24:

Génesis 12:3 - "Bendeciré a quienes los bendicen y maldicen a los que lo maldicen; todas las familias de la tierra serán bendecidas". Balaam cita este versículo en su tercera bendición al pueblo de Israel (Números 24:9) y muestra cómo Dios había prometido bendecir a los que bendicen a la gente de Israel y maldecir a quienes los maldecieron.

Números 23:19 - "Dios no es un hombre para mentir, ni el Hijo del hombre para arrepentirse. ¿Habla y deja de actuar? Este versículo, citado por Balaam en su segunda bendición al pueblo de Israel (Números 23:19-20), destaca la fidelidad y la veracidad de Dios para cumplir sus promesas, incluidas sus promesas al pueblo de Israel.

Números 24:17- "Lo veré, pero no ahora; lo contemplaré, pero no de cerca. Una estrella dejará a Jacob; un cetro se levantará de Israel". Este versículo es parte de la tercera bendición de Balaam para el pueblo de Israel y a menudo se interpreta como una profecía mesiánica, que se cumpliría al nacimiento de Jesucristo, descendiente de Jacob y el rey de Israel.

Deuteronomio 23:4-5 - "No busque la paz o su prosperidad mientras viven. No detienen su progreso ni les dan ayuda". Estos versículos son una referencia a la maldición que Balaam intentó lanzar a la gente de Israel, que finalmente se convirtió en bendición (Números 24:10-11). Aquí Dios ordena a los israelitas que no hagan convenios ni amistades con los amonitas y los moabitas, ya que se habían negado a ayudar a los israelitas en su viaje a través del desierto.

Apocalipsis 2:14 - "Sin embargo, algunas cosas que tengo en su contra: hay quienes siguen la doctrina de Balaam, que enseñó a Balace a armar a los israelitas, induciendo a comer alimentos ídolos y a cometer inmoralidad sexual". Este versículo, parte del mensaje de Jesús a la Iglesia de Pérgamo, se refiere a la historia de Balaam y advierte a los cristianos sobre el peligro de seguir las enseñanzas que se asemejan a las de Balaam, que trataron de maldecir a la gente de Dios.