14. Ella les dijo a grandes voces: "¡Alabad a Dios, alabadlo! Alabad a Dios, que no ha apartado su misericordia del pueblo de Israel, sino que ha derrotado esta noche a nuestros enemigos valiéndose de mí".





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina